De la misma forma que los humanos enviamos entidades no biológicas hacia los confines de nuestra galaxia, otros seres podrían estar haciendo lo mismo con nosotros.
Si sus tecnologías fuesen empleadas con indiferencia hacia nuestras formas de vida, las consecuencias serían devastadoras. Pero no lo han hecho.
La ausencia de indicios claros de interferencias externas que hayan generado caos en esta biosfera sugiere que las civilizaciones avanzadas podrían haber adoptado normativas más íntegras que las nuestras.
El respeto a una no interferencia similar a la Primera Directriz del universo ficticio de Star Trek, garantizaría evitar la perturbación de civilizaciones en desarrollo, independientemente de lo bien o mal que lo estén haciendo.
Hasta el punto en que una civilización como la nuestra comience a dar señales de poder quebrar los marcos de convivencia interestelar. Y la expansión nos sea bloqueada por obstáculos cosmológicos que no comprenderemos hasta que estemos listos para comportarnos de acuerdo con lo que demanda el universo.
0 notas:
Publicar un comentario