Raíles mucho menos pesados que el viento. Cucharas que se doblan, que se pegan. Ocho y treinta y dos pe eme. Siendo eme una doble uve inversa.
Aún no estamos preparados. Y caminamos a la par de otros, cada vez más introvertidos y apartados. Cuarentenamiento. Cuarentenación. Alienamiento. Alienación.
Ocho y treinta y siete pe eme. Azul nublado. Mi vista deteriorada confundiendo los siete segmentos. Espejuelos para ver el mundo como debió lucir cuando yo era pequeño. Nítido, inmenso. Con muchas preguntas por hacer. Sobre un planisferio de proyección errada, con tanto error cartográfico que generaría de vuelta un sinfín de esferoides oblatos.
A eme. Hacia el proceso de regresión inversa. Como si al planeta hubiese que regresarlo al punto en el que se le trazaron sus primeros meridianos y paralelos para desentenderlo. Retenerlo.
Pe eme. Donde es posible que algún día pueda encontrar un registro grabado de su voz.
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