Dormir y dormir y dormir. Sin ningunas ganas de querer despertar.
Dormir para siempre. Y despertar donde siempre has tenido que estar. Más allá. Más adelante. Donde siempre eras joven, sin tener el apuro de aprovechar compulsivamente cada minuto del tiempo.
Te diriges en fast-forward. Sueñas despacio. Pues la vida se hace con calma mientras cuentan los minutos.
Times are changing todo el tiempo.
Dulces sueños antes de que la realidad comience a atormentarte luego de regresar despierto.
Soñar despierto. A retazos. Sin ningunas ganas de dormir. Porque es una pérdida de tiempo enfrentar la realidad y a la vez conciliar el sueño.
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