Por encima del Atlántico, el Pacífico y el resto de los mares se eleva el océano más vasto. Gaseoso, en equilibrio. Sujeto al planeta por la atracción que sostiene a las cosas justo donde necesitan estar.
Nuestra biosfera es sagrada. Al menos por ahora, que no tenemos a dónde ir si algo falla.
La atmósfera es la mejor candidata para disparar el conjunto de sucesos que marquen el inicio de un nuevo período geológico.
Ya debe haber sonado el gatillo. ¿Listos para deambular?
0 notas:
Publicar un comentario