Teníamos tanto potencial, tantas promesas...
Pero desperdiciamos nuestros dones,
nuestra inteligencia.
Nuestra ciega búsqueda por la tecnología
nos aproximó más rápido a nuestra perdición.
Un par de meses atrás, Shane Acker y Tim Burton estrenaban el esperado largometraje donde la promesa de creación y progreso condujo a la aniquilación de la biodiversidad.
A dicho apocalipsis sobrevivieron nueve seres de tela, cada uno forjado con partes del alma de su creador.
Sus respectivas personalidades recrean las aspiraciones y debilidades del ser humano, en aras de entrelazar los conflictos entre el miedo, lo conservador, la búsqueda de conocimiento en un mundo inhóspito y el amor.
Siempre recordaré las expresiones de sus ojos, dotados de tanta magia como el resto del mundo que les tocó vivir.
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