Burbujas de hierro, peces de petróleo y un barquito de plástico. El niño pregunta a su padre. Nunca llega a responderle.
La lluvia escucha y se hunde en la marea oscura. Lentamente. Como si a los tesoros les quedase aliento para comprender.
¿Me entregarás la bahía en ese estado? -vuelve a preguntar el chico cuando encuentran donde guarecerse. El padre aplasta una lata de cerveza, prende un cigarrillo y descubre algún pretexto para evadir las inquietudes de un muchacho.
3 notas:
Mi primer especial para Bloggers Cuba, tras el temor de no encontrar un tema adecuado. Espero que este fluya, como mis deseos de que los hijos del futuro al menos no tengan que cuestionarnos una bahía en condiciones deplorables.
Dark, qué gracioso como comentas tus propios post.
En Habana 713 tengo una foto de la bahía, que ilustra muy bien el contenido de tu texto.
Saludo del lunes.
Me dí cuenta de tu excelente post pocos minutos después de publicar el mío. Gracias a un enlace relacionado.
Thanks por estar en esa línea de trabajo.
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