El regalo perfecto

Ayer recibí con agrado un libro que me dedicó PeP, pues bajo el título Alice's Adventures in Wonderland and Through the Looking-Glass se esconde una verdadera joya de la literatura.

Tiempo atrás, tuve el placer de leer un par de veces la traducción al español. Ahora, con este obsequio, mi júbilo se hace inmenso.

Poder hojear la obra cumbre de Lewis Carroll en su idioma original -el inglés británico del siglo XIX- es, sin dudas, insuperable.

Las aventuras de Alicia son mucho más que un simple texto. Pudiera atreverme a afirmar que se trata de una visión filosófica, un sueño hecho palabras a través de fluidas narraciones y diálogos escalofriantes... En fin, una verdadera obra de arte.

Para colmo, esta edición de Penguin Classics es "the most comprehensively annotated edition available and includes the manuscript version of Alice's Adventures Under Ground and Carroll's 1887 essay 'Alice on the Stage'". Además, incorpora más de 100 páginas de introducción, notas del editor, las ilustraciones originales de Tenniel y los prefacios de Carroll a las primeras ediciones publicadas.

Anoche comencé a leerlo, pero no pude soñar con sombreros locos ni con la impaciencia de un conejo blanco. Sin embargo, cada vez que echo un vistazo a la carátula del libro aparece una Reina enfurecida, rodeada de barajas. En un extremo, una pequeña niña con lazo y medias azules, un tanto confundida.

De cierto modo la envidio, pues quisiera visitar su mundo algún día, con un realismo superior al de American McGee's Alice y a la futura Alice in Wonderland, de Tim Burton. Tal vez lo logre, pero temo despertarme. Me perdería una buena persecución y el goce de detenerme a observar el mundo desde el otro lado de un espejo.

En este minuto continúo leyendo el libro como si soñara despierto. Mientras tanto, el tiempo corre. Ya veremos qué sorpresas nos depara el futuro del ciberespacio.