El primer día que Google lanzó la beta de su navegador Chrome, me llevé una sorpresa... pero de esas que son indeseables:
Gracias por su interés, pero el producto que usted intenta descargar no está disponible en su país.
Por supuesto que sé que ni los productos de Google -ni de ninguna otra empresa norteamericana- pueden comercializarse directamente en Cuba. Otro de lo efectos del mal llamado "embargo", pues realmente se trata de un humillante y absurdo bloqueo contra la población de mi isla.
Lo que no conocía hasta entonces era que la exitosa Google Corporation participaba activamente en tal campaña, pues además de prohibir la descarga de su navegador, niega cualquier consulta a Google Code proveniente de servidores cubanos.
No se trata de que los de Google "agradezcan mi interés" al informarme de su problema. Dudo que Chrome sea indispensable para mí, pues ni siquiera hay una versión estable para GNU/Linux. Su problema es mucho más grande, pues con políticas de restricción como esas, Google logra restarse unos cuantos puntos, al menos en la opinión de quien escribe en este blog.
Sólo espero que este servicio no deje de estar disponible para Cuba. De lo contrario perderían, además de unos cuantos usuarios, nuevos artículos para este pequeño blog.
0 notas:
Publicar un comentario